Es la práctica que constituye la preparación del conjunto cuerpo-mente.
Ideal para todos y muy especialmente para patologías asociadas a la columna vertebral y articulaciones, así como trastornos del sueño, estrés, ansiedad o depresión.
Calma el sistema nervioso, nos enseña a relajar.
Reparadora y equilibrante. Nos ayuda a hidratar las articulaciones, a expandir y alargar para una columna vertebral sana y descansada, a tonificar para fortalecer musculatura y huesos.
Genera pensamiento y actitud positiva.
Despertando la consciencia corporal, mejorando las conexiones neuronales y la autoimagen. Potenciando la atención para entender y cambiar patrones y automatismos que no nos benefician. Empoderando nuestra energía.
Es la práctica más adecuada al iniciarse, la más dulce pero profunda que crea el fundamento para avanzar en la consecución del Yoga.