Estas sesiones tienen como objetivo preparar el camino hacia la experiencia meditativa.

PARA, ESCUCHA, RECONOCE.

El estado de meditación es el estado de consciencia más elevado al que puede aspirar el ser humano. Nos iniciamos en la tarea de establecernos en la postura. ¿Cuál es la postura ideal para ti?

Hay que adecuarla a tus posibilidades y poco a poco ira evolucionando hasta sentirla firme y cómoda. Sigue el cultivo de la atención, entrenar la concentración para fortalecerla, se crea recogimiento e interiorización. La mirada gira hacia el interior, los sentidos calman su actividad, estamos en el camino, sosiego.

La atención se mantiene y madura, tomo una sola dirección y no se quiebra, se abre ante ti la senda que te lleva al estado de meditación. La vorágine mental se ha calmado así como el océano después de una tormenta. Llega el Silencio.¡Libertad!

Son diversos los métodos que practicamos en la escuela:

Antar Mouna – Ajapa japa – Vipassana – Yoga Nidra…etc

Aquí está la clave del YOGA. El meditador tiene la posibilidad de evacuar todo aquello que aflige y rebosa en su mente, la oportunidad de purificar, de liberarlo. Va a ganar una gran perspectiva para observar y ver las dificultades de la vida con distancia, ganando la pausa antes de la reacción para no dejarse llevar por los impulsos, va a ganar en reflexión y va a reconocer su verdadera naturaleza, más allá de su carácter, de su personalidad, va a reajustar los patrones automáticos, va a cambiar lo que no le gusta y potenciar sus virtudes, se reencuentra con su esencia. Lo que siempre ha sido, lo que siempre será.

La meditación es la medicina hacia una mente reposada, una persona armoniosa y un alma que brilla en un cielo despejado.