El secreto de la respiración:
El niño aprende a respirar de forma correcta y profunda, con la nariz, y no con la boca abierta, con la barriga, y no sólo con el tórax. Esta técnica mejora el funcionamiento del aparato respiratorio y calma la mente, porque cuanto más tranquila y regular es la respiración, más se aplacan los pensamientos.